Las venas visibles de la cara, también llamadas “cuperosis”, causantes del enrojecimiento facial (cara roja), pueden ser tratadas rápida y eficazmente con láser.

Las causas pueden ser varias. Influyen la herencia, el color y tipo de piel, la exposición al sol durante años, algunos medicamentos y, en algunas personas, el abuso del alcohol. También influyen factores hormonales como la menopausia. Las personas con una enfermedad de la piel llamada rosácea, muy frecuente en nuestro medio, también tienen la cara roja con venitas de este tipo.

Inmediatamente después del tratamiento la cara suele quedar ligeramente enrojecida durante unas horas. Muy rara vez puede aparecer alguna costrita puntiforme que desaparece en unos días. Esto es más frecuente después del primer tratamiento. Tanto en un caso como en otro se puede cubrir totalmente con un maquillaje o crema solar coloreada, incluso inmediatamente después del tratamiento, por lo que él o la paciente pueden incorporarse inmediatamente a la vida normal.

El número de sesiones depende del tipo y la extensión de cuperosis y de la piel de cada persona pero en general, para una cuperosis moderada, son necesarias de 6 a 8 sesiones para conseguir una mejoría del 90%.